Arbutus unedo, madroño en castellano, borto en el castellano hablado en el País Vasco y gurbitza en euskera, es un arbusto o arbolillo de hasta 12 metros de altura, aunque habitualmente no supera los 5. Requiere un clima suave, sin fuertes heladas, por lo que se encuentra en la costa, refugiándose en el interior del País Vasco en los barrancos y laderas abrigadas, en ambiente de encinar y robledal, a veces formando rodales extensos, probablemente favorecidos en el pasado, ya que su madera era muy apreciada como leña y para elaborar el carbón vegetal empleado en las ferrerías (véase, por ejemplo, "Biogeografía natural y cultural de los madroñales en las Encartaciones orientales (Vizcaya)"). En las últimas décadas un gran número de bortales de ese territorio han sido sustituidos por plantaciones forestales y persisten los asentados sobre suelos pobres e inadecuados para plantar árboles. Sus frutos son comestibles y tienen propiedades medicinales, aunque producen embriaguez y dolor de cabeza. Plinio el Viejo en su Historia naturalis lo denominó unum tantum edo, "comer solo uno", en alusión a los efectos que tiene la ingestión de sus frutos y de donde procede el nombre científico de la especie: unedo. No existe en Sierra Sálvada, pero si en los cercanos valles estrechos de los ríos Artziniega y Tumecillo.
1 comentario:
En el cañon del salto del Nervión tengo localizados varios. Una pasada tu blog, por cierto.
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