El Cangrejo de río (Austropotamobius italicus) es una especie incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas en la categoría de "Vulnerables". Ni esta especie ni ninguna otra especie de invertebrado se encuentra dentro del Catálogo Vasco de Especies Amenazadas. En la Orden 3061, de 18 de junio de 2013, el Cangrejo de río (Austropotamobius italicus) quedó incluido dentro de la categoría "en peligro de extinción" del Catálogo Vasco de Especies Amenazadas. El Cangrejo de río ha sufrido la afanomicosis, una enfermedad provocada por Aphanomyces astaci, un hongo de origen americano, letal para el Cangrejo de río. Esta enfermedad se introdujo junto con dos especies americanas de cangrejo capaces de portar el hongo sin morir por ello. Introducciones incontroladas del Cangrejo rojo (Procambarus clarkii) en los primeros años de los setenta del siglo pasado e introducciones que realizaron incluso las Diputaciones Forales de la Comunidad Autónoma del País Vasco con Cangrejo señal (Pacifastacus leniusculus) introdujeron la afanomicosis en nuestros ríos y arroyos. Ambas especies están incluidas actualmente en el Catálogo español de especies exóticas invasoras. Recientemente, los investigadores de la Universidad del País Vasco Loreto García-Arberas, Ana Rallo y Álvaro Antón han publicado el artículo "The future of the indigenous freshwater crayfish Austropotamobius italicus in Basque Country streams: Is it possible to survive being an inconvenient species?", publicado en el año 2009 en la revista Knowledge and Management of Aquatic Ecosystems, donde se dice que:
- "La situación de Austropotamobius italicus es crítica en el País Vasco".
- "El Cangrejo de río es una especie inconveniente para un grupo de presión económico (el forestal), y su supervivencia es imposible bajo este escenario".
- "A. italicus debe estar incluido en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas y deben ser establecidas áreas de protección".
- "La difusión de la situación y las necesidades del Cangrejo de río, y el apoyo público para su conservación parecen esenciales para la conservación a largo plazo de esta especie".
Según el artículo "Interdisciplinarity to reconstruct historical introductions: solving the status of cryptogenic crayfish", de los autores Miguel Clavero, Carlos Nores, Susanne Kubersky-Piredda y Alejandro Centeno-Cuadros, publicado en Biological Reviews, el Cangrejo de río no es autóctono. Se trata de una especie importada desde Italia e introducida en la Península Ibérica a finales del siglo XVI por expreso deseo del rey Felipe II. Diversos documentos atestiguan las gestiones diplomáticas realizadas por la corte española para conseguir cangrejos italianos. Tras al menos 5 años de negociaciones, en 1588 el Gran Duque de la Toscana ordenó el envío de un cargamento de cangrejos con destino a Madrid. A lo largo de los siglos XVII y XVIII, se introdujeron en la Meseta Norte y el Valle del Ebro. Sin embargo, el 5 de febrero de 2016 se publicó en línea el artículo "Update of genetic information for the white-clawed crayfish in Spain, with new insights into its population genetics and origin" en la revista Organisms diversity & Evolution, donde Beatriz Matallanas, M. Dolores Ochando, Fernando Alonso y Carmen Callejas concluyeron que es autóctono de la Península Ibérica. El resumen traducido al castellano queda como sigue: "El cangrejo de río de patas blancas es endémico del oeste y el sur de Europa y sus poblaciones han disminuido durante las últimas décadas. Las poblaciones españolas generalmente han sido pobremente representadas en los estudios científicos y generalmente sólo se ha estudiado un marcador molecular. Aquí, nosotras utilizamos dos marcadores mitocondriales para examinar los niveles y patrones de la estructura genética en toda su área de distribución en España. Los datos ponen de manifiesto la existencia de dos principales grupos genéticos de cangrejo de río en España con la cuenca del Ebro como posible zona de contacto. Los procesos ocurridos en tiempos históricos y recientes, como la deriva genética y las translocaciones, contribuyeron en gran medida a su actual estructura genética. Los niveles de variabilidad genética y la estructura genética de las poblaciones españolas, junto con inferencias demográficas, sugieren que esta especie está establecida en la Península Ibérica al menos desde el Pleistoceno tardío. Conocer el origen real de las poblaciones españolas es crucial a la hora de decidir sobre las políticas de gestión que se deben seguir. Dada la falta de cualquier evidencia clara en contra de su condición de autóctona, proponemos que se mantengan las medidas de protección y conservación actuales". Las autoras analizaron el genoma de 250 ejemplares de 25 poblaciones, entre ellas una de la comunidad autónoma del País Vasco. En concreto, una población del río Nervión en su cabecera, cerca de Altube (Araba), dentro del Parque Natural de Gorbeia.
1 comentario:
Cómo dices en tu correo "a menudo los investigadores son rehenes de las instituciones públicas y privadas que financian sus proyectos"....Bravo por ellos. Pero si opinas eso sobre investigadores, no quiero saber lo que opinas sobre consultoras con aires de pseudosuficiencia científica, algunas de esas abundan en Euskadi. Aunque ultimamente, sus bondades están siendo conocidos por todos y las están poniendo en su sitio. Lamentablemente, exportan su buen hacer a regiones vecinas, donde prima ser un buen y discreto rehén, lo cual será tremebundo para su fauna silvestre nativa.
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