Estas fotografías son de un 8 de enero, pero no de este año, sino del año 2009. Lo normal es que por estas fechas ya hayan caído una o varias nevadas de las que cubren hasta las calles y los tejados de la ciudad de Orduña, como se ve en esta fotografía. Pero el tiempo es variable y después de varios inviernos con nevadas invernales importantes por estas fechas, este año está siendo especial. Tampoco ha nevado mucho en amplias zonas del resto de Europa. Por ello, aún no se ha producido la llegada de avefrías europeas (Vanellus vanellus), zorzales (Turdus spp.) y otras especies, que a menudo llegan exhaustas hasta las campiñas cantábricas desde Francia y otros países en su huida de los territorios cubiertos por la nieve y el hielo. En la fotografía la ciudad de Orduña en primer plano y el valle de Arrastaria y las paredes del cañón del Nervión, en el extremo oriental de Sierra Sálvada.
Los duros inviernos que se producen en buena parte de la Tierra, sin duda, han modelado y limitado las especies capaces de vivir en estas regiones. La criba ha sido muy intensa a lo largo del tiempo. La biodiversidad se ha multiplicado de forma prodigiosa en las regiones tropicales, mientras resulta muy baja en las regiones polares. Nosotros nos encontramos en una situación intermedia. En la fotografía, los montes Txarlazo y Txolope desde el Alto de las Campas, municipio de Orduña (Bizkaia).
1 comentario:
Invierno demasiado cálido y seco: mal signo. Si esto no cambia, me temo que en verano...
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