La Rata negra (Rattus rattus) se distingue de la Rata parda por sus orejas mayores, que plegadas sobre los ojos llegan hasta ellos, su hocico más puntiagudo, su cuerpo más pequeño y estilizado, y su cola más larga que la suma de las longitudes de la cabeza y el cuerpo. Es originaria de Asia tropical, aunque está presente en la península Ibérica desde hace 700-250 a.C., según el artículo de José Antonio Garrido-García "Las comunidades de mamíferos del sureste de la península Ibérica: Elementos para un análisis histórico", publicado en el año 2008 en el volumen 20 de la revista Galemys. Las construcciones humanas ofrecen condiciones óptimas, donde vive y se reproduce desde entonces, a pesar de su persecución. Está incluida en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Produce problemas económicos y sanitarios. Es principalmente nocturna.
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