El 20 de mayo de 2014 registré 10 ejemplares de Carterocephalus palaemon en el transecto que realizo dentro del "Programa de Seguimiento de Mariposas Diurnas en la Comunidad Autónoma del País Vasco", coordinado y dirigido por los especialistas Yeray Monasterio y Ruth Escobés, de la asociación Zerynthia El transecto discurre al pie de los cantiles de Sierra Sálvada, bajo los montes Txarlazo y Txolope. Tomé esta fotografía el citado día sobre una flor de Aquilegia vulgaris.
Esta especie vive en los herbazales que se forman en los claros y los bordes forestales. Los claros forestales se forman de forma natural cuando los árboles viejos o enfermos caen sobre el suelo, muchas veces ayudados por el viento o el peso de la nieve. En Sierra Sálvada es posible que ocupe amplias zonas en el borde superior del hayedo, donde el suelo esquelético bajo los cantiles impide o dificulta el arraigo de los árboles y donde el efecto del viento y la nieve es más intenso. Un ejemplar libando el néctar de una flor de Geranium robertianum el 20 de mayo de 2014.
Estos claros y bordes forestales al pie de los cantiles de Sierra Sálvada son el hábitat de Carterocephalus palaemon y de otras más de 50 especies de mariposas diurnas, entre ellas Lopinga achine, una especie aún más escasa dentro de la Península Ibérica y también perjudicada en el conjunto de Europa por la explotación forestal.
Un vídeo de uno de estos ejemplares, también grabado el 20 de mayo de 2014. A pesar del pequeño tamaño de esta mariposa, su característico vuelo y su curioso comportamiento facilitan su localización e identificación. Se levanta de las plantas sobre las que se encuentra posada con un vuelo vertical. Gracias a su rápido aleteo se aleja unos pocos metros para volver hasta muy cerca del punto de donde levantó el vuelo.
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