El 27 de diciembre de 1972, el pastor Ángel Eribe guió al sacerdote Félix Murga y a Agustín López hasta la entrada de la cueva de Araos, municipio de Valle de Mena (Burgos). Entre lluvia y viento, bordeando el precipicio, llegaron hasta la entrada, donde Félix encontró y reconoció varios restos de cerámica prehistórica. Volvió Félix Murga con tres jóvenes de Okendo y encontraron nuevos restos cerámicos y, posteriormente, puso en conocimiento de especialistas del Seminario de Arqueología del Museo Provincial de Vitoria la existencia de la cueva de Araos. Recuperaron restos humanos en lo que es una cueva sepulcral. Hice estas fotografías el 11 de enero de 2014. En esta, la entrada de la cueva de Araos y el puerto de Angulo al fondo, municipio de Valle de Mena (Burgos).
Según el especialista Ángel Armendariz, en las cuevas sepulcrales se realizaron enterramientos prehistóricos desde el Neolítico hasta la Edad del Hierro, cuando las sociedades de aquella época en gran parte de Europa occidental acostumbraban a enterrar a los muertos colectivamente en el interior de cuevas y abrigos rocosos. Depositaban los cadáveres sobre el suelo, sin enterrarlos, lo que ha perjudicado mucho la conservación de los huesos y los ajuares funerarios. El uso de cuevas sepulcrales coincidió en el tiempo con el uso de dólmenes y perduró varios milenios después de que estos últimos dejaran de construirse. En la fotografía, la repisa de acceso a la cueva de Araos.
Además de emplearse como cueva sepulcral, en la cueva de Araos vivieron humanos prehistóricos. En la misma boca se encontraron algunos fragmentos de cerámica modelada, pero la mayoría se localizaron entre las piedras de un derrumbe que hay al final de la cueva. Son cerámicas decoradas mediante ungulaciones y digitaciones. También se recogieron fragmentos de "Terra sigillata", un tipo de cerámica romana de color rojo brillante. Cerca del País Vasco, los talleres del valle riojano de Najerilla tuvieron gran importancia, por la cantidad y calidad de sus productos.
En este abrigo, inmediatamente anterior a la cueva de Araos, también se recogieron fragmentos de "Terra sigillata". El acceso hasta aquí es bastante peligroso, sobre todo con viento y lluvia.
La cueva de Araos presenta dos bocas de entrada superpuestas. Su longitud es de unos 300 metros y de fácil acceso. Al final se encuentra una sala de enormes proporciones. Se han hallado restos humanos, un hendedor en cuarcita y fragmentos de cerámica del Paleolítico, Neolítico, Edad del Hierro y época romana. También hay yacijas o encames de oso, zarpazos de oso y huesos de grandes herbívoros. Aunque en la carta arqueológica de Araba se indica la existencia de pinturas, no se han encontrado en una revisión minuciosa posterior.
Localización de la cueva de Araos, en el límite entre los límites territoriales de los municipios de Valle de Mena (Burgos) y Aiara (Araba). Pinchad en la imagen para verla más grande.
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