El Topillo lusitano (Microtus lusitanicus) es un micromamífero abundante, pero pasa muy desapercibido. Es endémico de la península Ibérica y el suroeste de Francia. Tiene una cola muy corta, de entre 2 y 3 centímetros, lo que le diferencia del Topillo rojo y el Topillo de campo mediterráneo, que la tienen más larga. En cambio, el Topillo de los Pirineos (Microtus gerbei) y el Topillo mediterráneo (Microtus duodecimcostatus) son muy parecidos. Esta última especie lleva una vida subterránea, tiene el pelaje pardo amarillento y una cola de un color claro uniforme, mientras que la cola de los Topillos lusitano y de los Pirineos es bicolor, más oscura por arriba. Sin embargo, la mejor manera de diferenciar el Topillo lusitano del Topillo de los Pirineos es mediante el análisis del tercer molar superior, lo que no puede realizarse en animales vivos. Solo algunos rasgos permiten distinguirlos: en el Topillo luitano las orejas sobresalen ligeramente entre el pelaje, lo que no sucede en el Topillo de los Pirineos. Además, muchos ejemplares de Topillo lusitano tienen las partes superiores cubiertas por un pelaje pardo, aunque otros lo tienen rojizo, caso del ejemplar de esta fotografía. Las partes inferiores de esta especie son un color más claro que las del Topillo de los Pirineos.
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