27 de mayo de 2017

Sapo corredor

El Sapo corredor (Epidalea calamita) se distingue fácilmente del Sapo común (Bufo spinosus) por presentar una característica línea media dorsal amarilla que recorre longitudinalmente su dorso desde la cabeza hasta la cloaca y sus ojos de iris amarillo en lugar de rojizo. En el País Vasco está presente en la vertiente mediterránea y en dos localidades costeras: la playa de Azkorri, municipio de Getxo (Bizkaia) y la bahía de Txingudi, municipio de Irún (Gipuzkoa).
El 18 de mayo de 1991 encontré varias puestas en Poza del Agua, Junta del Villalba de Losa (Burgos), a menos de 2 kilómetros del límite con el municipio de Orduña (Bizkaia). No he vuelto a encontrar puestas de esta especie aquí. El 10 de mayo de 1992 encontré 2 ejemplares adultos bajo una piedra cerca de la charca del Cortón, municipio de Berberana (Burgos) y otro el 23 de septiembre de 1993 bajo una piedra en una zona de cultivos entre Zaballa y Llorengoz, Junta de Villalba de Losa (Burgos).
Larvas de Sapo corredor recién eclosionados en una cuneta de la carretera a Llorengoz, municipio del Valle de Losa (Burgos), el 2 de abril de 2013.
Los Sapos corredores se reproducen en charcas temporales o cunetas que solo tienen agua tras períodos de lluvias. Pueden adelantar o retrasar su período reproductor en función de cuando se produzcan.
Los recién metamorfoseados son muy pequeños, pero se pueden distinguir de los de Sapo común por la presencia de la línea dorsal amarilla.

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