Si el origen del euskera sigue siendo un enigma, el de los vascos quedó bastante claro el 15 de marzo de 2019, cuando publicaron en la revista Science el artículo "The genomic history of the Iberian Peninsula over the past 8000 years", firmado por 111 autores. El estudio se basa en el análisis completo del genoma de 271 individuos de la península Ibérica, 176 de ellos de un período hasta entonces poco estudiado: después del año 2000 a. C. Detectaron una gran homogeneidad genética del conjunto de los individuos más antiguos, en tiempos de cazadores-recolectores. El estudio revela que en el Neolítico hubo un reemplazo genético en la población ibérica desencadenado por la llegada de los agricultores originarios de Anatolia (actual Turquía), que sustituyó a la población de cazadores-recolectores al final del Mesolítico (desde el año 8000 a. C. hasta el 5500 a. C.), así como casos excepcionales que demuestran que hubo una interacción con el norte de África. 3.000 años más tarde, una población de pastores de las estepas de Europa del Este (desde el año 2500 a. C. hasta el 2000 a. C.) reemplazó al 40% de la población de agricultores del Neolítico y casi al 100% de los hombres, de tal manera que el cromosoma Y (exclusivo de los hombres) de la población actual tiene un origen estepario. De forma progresiva durante una etapa que pudo durar unos 400 años, los linajes del cromosoma Y presentes hasta entonces fueron casi totalmente sustituidos por un linaje de ascendencia esteparia, que se extendió no solo a las regiones de habla indoeuropea, sino también a las de habla no indoeuropea. Los vascos modernos son similares genéticamente a los humanos que habitaron en el conjunto de la península Ibérica durante la Edad de Hierro, hace 3.000 años. Al contrario de lo que apuntaban algunas teorías que situaban a los vascos como descendientes de cazadores-recolectores mesolíticos o de agricultores neolíticos, los resultados muestran que la diferenciación de los vascos comenzó más tarde, después de la llegada de los pastores de las estepas. De hecho, los vascos muestran una de las mayores abundancias de genes de los pastores de la estepa. En cambio, apenas han tenido influencia las migraciones posteriores que afectaron a las poblaciones de la península Ibérica: griegos, romanos o musulmanes, de las que quedaron aislados. Este resultado llama mucho la atención si tenemos en cuenta la intensa romanización del País Vasco y apoya la teoría de la vasconización o euskaldunización tardía del País Vasco, según la cual los vascófonos (euskaldunak) pervivieron durante los siglos de mayor esplendor del Imperio Romano en un territorio de los Pirineos centrales franceses.
Yo no diría que el estudio apoya la teoría de la vasconización tardía, sino todo lo contrario, ya que establece continuidad genética directa entre los habitantes del País Vasco pasados y actuales.
ResponderEliminarAdemás, creo que los restos analizados provienen del yacimiento de La Hoya, lo cual es más llamativo aún.