27 de junio de 2015

Vespa velutina vs Vespa crabro

El avispón asiático (Vespa velutina) fue detectado por primera vez en Europa en el año 2004 en el departamento de Lot-et-Garonne, en la región francesa de Aquitania, donde parece que varias hembras fundadoras de la subespecie nigrithorax fueron introducidas accidentalmente junto con una importación de cerámica de China. En pocos años colonizó todo el suroeste de Francia, llegando hasta Gipuzkoa y Navarra en el año 2010. Tomé esta fotografía en el municipio de Artea (Bizkaia) el 23 de junio de 2015, donde una reina con obreras estaba sacando adelante una segunda generación de nuevas obreras.
Los avispones asiáticos de esta subespecie tienen un tórax completamente negro, mientras que los segmentos abdominales son también negros con un ribete amarillo. Solo el cuarto segmento es casi totalmente de color anaranjado. La cabeza es negra con la cara anaranjada. Las reinas llegan a medir 35 milímetros de longitud, mientras que las obreras poco más de 25. En esta fotografía se ve una obrera fotografiada en Artea (Bizkaia) el 23 de junio de 2015.
Estas características la distinguen del avispón europeo (Vespa crabro), una especie autóctona con una función ecológica importante en los ecosistemas europeos. En esta fotografía, un nido activo con varios ejemplares de avispón europeo (Vespa crabro) en Orduña (Bizkaia) el 2 de septiembre de 2014.
En esta fotografía se observan en detalle dos avispones europeos, donde destaca el color amarillo predominante de los segmentos abdominales.
Tras la hibernación, las reinas fundadores del avispón asiático emergen en los meses de febrero y marzo. Cada una de ellas en los meses de abril y mayo fabrica un pequeño nido esférico de unos 5 centímetros de diámetro, con una estrecha entrada en su parte inferior, donde pone unos pocos huevos. Si la situación del nido es idónea, este servirá de base a la construcción del nido de la colonia. De lo contrario, las primeras obreras construirán uno nuevo, normalmente en la parte alta de un gran árbol. El 15 de mayo de 2015 fotografié en Orduña (Bizkaia) este nido donde solo se encontraba la reina fundadora, que todavía no tenía larvas.
El avispón asiático es una especie exclusivamente diurna. No son agresivas y es posible acercarse a sus nidos sin riesgo hasta una distancia de 4 metros. En septiembre nacen los machos y las nuevas reinas. Estas serán fecundadas por los machos y abandonarán el nido a principios de otoño, quedando en el nido los machos y las obreras, que no tardarán en morir. El 20 de octubre de 2014 fotografié este nido aún activo (hay varios ejemplares sobre el nido) en el municipio de Arrankudiaga (Bizkaia).
Para alimentar a las larvas que se encuentran en los nidos, las avispas asiáticas capturan muchos tipos de insectos, pero las abejas suponen el 84% de la dieta de sus larvas. Las avispas adultas, en cambio, se alimentan se fruta madura. Los nidos se ven bien cuando se le caen las hojas a los árboles. Entonces los nidos ya se encuentran vacíos y su destrucción no tiene ningún efecto. Tomé esta fotografía en el municipio de Galdakao (Bizkaia) el 22 de diciembre de 2014.
Algunos nidos, mantenidos por cerca de 2.000 ejemplares, llegan a tener un tamaño de 80 centímetros de diámetro y un metro de altura. Suelen tener una forma esférica y tienen un orificio lateral. Las obreras y los machos mueren antes del invierno y las hembras los abandonan y no los volverán a usar. Tras el invierno, cada una de las hembras supervivientes será una nueva reina fundadora. Su expansión parece imparable. La preocupación principal es su afección a las colmenas de abejas domésticas. Sin embargo, se sabe poco de cómo afectan a las poblaciones de las abejas silvestres o a otros insectos y a los ecosistemas.

3 comentarios:

Rafa Saiz Elizondo dijo...

Me quedo con las dos frases finales. Nuestra ignorancia sobre el impacto de las docenas y docenas de especies foraneas que viven entre nosotros es impresionante, pero los medios sølo subrayan el peligro de dos de ellas: mejillón cebra y avispa asiática. Quizás también el picudo rojo y alguna otra. Que casualidad son las únucas con una afección económica directa, aunque su impacto ecológico sea desconocido. Pero para combatirlas se detraen recursos del presupyesto de conservación, no del de agricultura o de servicio de aguas. Y venden la moto de que luchan contra ellas por afán de proteger la naturaleza.

Como casi siempre, gato por liebre, y el pueblo soberano sorbiéndose los mocos.

Di dijo...

Rafa Saiz Elizondo, no comparto tu opinión respecto a la avispa. Sí tiene un impacto ecológico en el momento en el que mata abejas normales.

Unknown dijo...

Como apicultor desrino ahora un monton de recursos y tiempo en luchar contra la velutina. Necesitamos ayuda de las instituciones. Estamos luchando por nuestras abejas con todas nuestras fuerzas invirtiendo tiempo y dinero en defenderlas