2 de agosto de 2013

Quercus petraea subsp. petraea

Los robledales albares (Quercus petraea subsp. petraea) son muy escasos en el País Vasco. Ocupan zonas de montaña, en general entre los 400 y 800 metros de altitud, aunque estos robles se encuentran a una altitud de unos 950 metros de altitud.
En el piso montano el Roble albar coincide en el espacio con el haya (Fagus sylvatica) y, sobre suelos silíceos, también con el marojo (Quercus pyrenaica). Por su naturaleza caliza, en Sierra Sálvada el marojo es muy escaso.
En la actualidad el haya es la especie arbórea que ocupa la casi la totalidad de las montañas allí donde no son los pastizales. Sin embargo, el hayedo en las montañas vascas es un bosque joven, con sólo 3.000 o 4.000 años de antigüedad.
Desde la Última Glaciación hasta la formación del hayedo parece que hubo un periodo de tiempo en el que otro tipo de bosque ocupó las montañas vascas, seguramente el robledal albar.
Según el Inventario Forestal del año 2005, no hay ninguna hectárea cubierta por Roble albar en el municipio de Aiara. Sin embargo, en un paraje llamado Vallevicencio, muy cerca del límite con el territorio burgalés, se encuentran unas pocas decenas de viejos árboles en una ladera orientada al noroeste sobre roca caliza karstificada.
Fue mi amigo Xabier Iturrate quien me habló de la existencia de estos robles singulares y a él le dedico esta entrada.
Algunos de estos árboles son merecedores de estar incluidos en el catálogo de árboles singulares, uno de los tres tipos de "espacios naturales protegidos" de la Ley de Conservación de la Naturaleza del País Vasco.
Tomé estas fotografías en el paraje de Vallevicencio, municipio de Aiara (Araba), el 16 de junio de 2013.
En esta fotografía aérea indico con una elipse la localización de estos robles. Está en su parte inferior, muy cerca de una línea azulada que se corresponde con el límite entre las provincias de Burgos y Araba. Pinchad en la imagen para verla más grande.
El roble albar (Quercus petraea subsp. petraea), haritza o haretxa en euskera, es escaso en el País Vasco, donde pequeños bosquetes y ejemplares aislados salpican los robledales de Quercus robur y los hayedos sobre sustratos silíceos. En ocasiones forma bosques mixtos con el haya. Desconocida en Sierra Sálvada hasta que en mi artículo "Nuevas citas de flora amenazada y rara en el País Vasco", publicado en el volumen 62 de la revista Munibe (Ciencias Naturales-Natur Zientziak), di noticia de la localidad descubierta en Vallevicencio, donde georreferencié 11 árboles viejos en pastos petranos a una altitud de entre 960 y 980 metros de altitud el 16 de marzo de 2013, día y lugar de esta fotografía.

2 comentarios:

Ana Mínguez Corella dijo...

Magnífica especie.. Un saludo..

naturayala dijo...

Aupa Juanma, eskerrik asko

Xabi