17 de octubre de 2011

El campo de concentración de Orduña

Como excepción, por la amistad que me une al autor de este libro, que lo es también del estupendo y agotado libro "Gorobel mendilerroa. Sierra Sálvada", incluyo la invitación a la presentación de un libro que nada tiene que ver con la Naturaleza. Algunas veces he hablado con Joseba Egiguren durante el trabajo inmenso que se ha tomado para escribir este estupendo libro. Su enorme sentido de la justicia le ha llevado a terminar un trabajo de investigación lleno de dificultades e incluso sufrimiento, ya que ha hablado cara a cara con varios expresos que le relataron las vicisitudes de los perdedores de la Guerra Civil española, que acabaron en el campo de concentración de Orduña, donde les tocó ver morir de hambre, enfermedades o a golpes a otros prisioneros de guerra.

3 comentarios:

Salomé Guadalupe Ingelmo dijo...

Las excepciones son fruto de la reflexión y dotan de mayor valor a la norma, al respeto maduro y responsable de las normas que decidimos darnos. Abrazos.

Juan Manuel Pérez de Ana dijo...

Tienes mucha razón, Salomé, sobre todo en lo de "las normas que decidimos darnos". Y es que, esas normas, efectivamente, me las he dado a mi mismo, sin que nadie me lo pidiera...

Raul Rentero dijo...

En la excepción subyace la virtud
el libro, por otra parte, tiene una pinta estupenda
un cordial saludo
RAUL